La Guardia Civil ha detenido a dos hombres como presuntos autores de un delito de incendio con riesgo para las personas ocurrido en Los Montesinos. Su intención era quemar un determinado vehículo, pero el fuego se propagó a otros dos más y a un bloque de viviendas que tuvo que ser desalojado.
El pasado 16 de febrero, a primera hora de la mañana se produjo un gran incendio en Los Montesinos en el que resultaron dañados tres vehículos aparcados en la calle (dos de ellos quedaron calcinados). La considerable altura que alcanzaron las llamaradas llegó a afectar a un edificio de cinco plantas, que fue desalojó por completo la Policía Local para evitar que afectara a las personas.
Los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Almoradí se hicieron cargo de las gestiones de averiguación para el esclarecimiento de los hechos. Fruto de éstas, los investigadores se pusieron tras la pista de un pequeño turismo, ocupado por dos hombres, que fue visto en el lugar de los hechos, dando vueltas al edificio incendiado, pasando por delante de los tres vehículos dañados hasta que, en un momento dado, el copiloto se baja del coche dos veces, prendiendo fuego en la segunda ocasión intencionadamente a uno de los vehículos estacionados en la calle.
De forma paralela, analizados los datos de los coches que se vieron afectados por el incendio, se comprobó que uno de ellos, el que fue quemado intencionadamente, había sido reparado recientemente por un taller mecánico cercano, si bien el propietario todavía no lo había recogido, al parecer, por no poder hacer frente al pago de la factura, por lo que el vehículo seguía bajo la custodia del taller.
Tras una incesante investigación, la Guardia Civil llegó a la conclusión de que fue el propio dueño del citado coche quien decidió quemarlo, para que el seguro se hiciera cargo del siniestro y así poder cobrar la correspondiente indemnización como perjudicado. Para llevar a cabo esta acción, convenció a un amigo suyo, quien también utilizaba dicho vehículo de manera eventual.
Con lo que ambos no contaron fue que las llamas se extenderían al resto de vehículos allí estacionados, ni que tampoco podrían afectar al edificio anexo, causando unos daños valorados en más de 18.000 euros.
Los detenidos, un español y un rumano, ambos de 30 años, ya han sido puestos a disposición judicial como los presuntos autores de un delito de incendio con riesgo para las personas, quedando en libertad con cargos a la espera de juicio.
Cabe destacar la dificultad añadida que ha conllevado para los investigadores el hecho de que los dos hombres, tras cometer el delito, desaparecieran de sus domicilios, e incluso que cambiasen su apariencia física para tratar de eludir así la acción policial en caso de ser descubiertos.
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