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Cambiemos Orihuela denuncia que el gobierno municipal vuelve a disfrazar su mala gestión hablando de superávit

Desde la formación municipalista confirman sus sospechas sobre la inflación de los ingresos y advierten de que 8 de cada 10 euros previstos para inversiones no se han ejecutado

La pasada semana, el equipo de gobierno publicaba una nota de prensa celebrando la liquidación del presupuesto municipal de 2024. En ella se afirmaba que el ejercicio se había cerrado con resultados positivos en todos los indicadores económicos y financieros, lo que, según su versión, permitiría afrontar con “solvencia” los retos del presente año.

Sin embargo, desde Cambiemos Orihuela advertimos que esta lectura triunfalista no se sostiene si se analizan con un mínimo de seriedad los propios datos de la liquidación del presupuesto. Una revisión básica de las cifras desmonta ese supuesto éxito económico que el gobierno intenta vender a la ciudadanía.

Desde hace meses venimos alertando de que los ingresos recogidos en el presupuesto de 2024 estaban claramente inflados. Ahora, la liquidación nos da la razón: el equipo de gobierno estimó que se recaudarían 52.081.776 euros en impuestos directos e indirectos, pero la realidad ha sido muy distinta. A 31 de diciembre solo se han ingresado 39.794.457 euros, lo que supone una diferencia negativa de más de 12 millones de euros. Esta desviación evidencia una previsión irresponsable y alejada de la situación real.

Pero el problema más grave no está en los ingresos, sino en el capítulo de gastos, especialmente en las inversiones. Ya en 2023 calificamos de “inabarcable” el volumen de inversión previsto, y el tiempo nos ha vuelto a dar la razón. De los 78.404.258,40 euros consignados para obras, equipamientos y proyectos de mejora, únicamente se han ejecutado 14.233.616,27 euros. Es decir, más del 80% de la inversión no se ha llevado a cabo. Cada euro no ejecutado implica una oportunidad perdida para mejorar los barrios, modernizar infraestructuras o reforzar servicios públicos.

Además, buena parte de esas inversiones no ejecutadas estaban vinculadas a operaciones de crédito. Paradójicamente, mientras los proyectos quedan paralizados, las obligaciones financieras sí se cumplen: este año el Ayuntamiento ya ha pagado 821.921,57 euros solo en intereses de deuda.

En definitiva, los datos reflejan una gestión ineficaz, basada en anunciar a bombo y platillo presupuestos irreales que luego no se ejecutan. Hablar de superávit en este contexto es, simplemente, una forma de maquillar la parálisis de un gobierno más centrado en el relato que en dar respuesta a las necesidades reales de Orihuela.